
"Este camino encierra varios problemas, partiendo por el requisito de ser aprobado por 2/3 de los parlamentarios. Es decir, estaremos sometidos a una negociación donde la minoría, que ni siquiera reconoce la necesidad de tener una nueva Constitución, tendrá poder de veto para elegir por todos los chilenos”, explicó el diputado.
En esa línea, Soto aseguró que “una transacción en el Congreso solo agravaría el problema constitucional”, porque dada su actual configuración “se optaría por un mecanismo que excluya la participación efectiva de la ciudadanía, profundizando aún más el actual cuadro de desconfianza".
Con todo, el parlamentario socialista destacó que la propuesta del Ejecutivo, según las versiones de prensa, contemplaría entre sus opciones una Asamblea Constituyente, con lo que "se despejaría cualquier duda de que se trata de un atajo o camino extrainstitucional".
“Por ello seguiremos impulsando el proyecto de plebiscito actualmente en trámite en la Comisión de Constitución, el que abre el camino más simple y directo para resolver el dilema constitucional: preguntarle a la gente qué es lo que quiere”, concluyó.